viernes, 15 de febrero de 2008

«El juego en que andamos» -Dos poemas del poeta Juan Gelman

El juego en que andamos



Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

de El juego en que andamos








Referencias, datos personales

A mí me han hecho los hombres que andan bajo
el cielo del mundo
buscan el brillo de la madrugada
cuidan la vida como un fuego.

Me han enseñado a defender la luz que canta conmovida
me han traído una esperanza que no basta soñar
y por esa esperanza conozco a mis hermanos.

Entonces río contemplando mi apellido, mi rostro en
el espejo
yo sé que no me pertenecen
en ellos ustedes agitan un pañuelo
alargan una mano por la que no estoy solo.

En ustedes mi muerte termina de morir.
Años futuros que habremos preparado
conservarán mi dulce creencia en la ternura,
la asamblea del mundo será un niño reunido.

De El juego en que andamos.





Juan Gelman, poeta argentino (Premio Literario Cervantes, España, 2007).

domingo, 10 de febrero de 2008

«La escuelita»* - Laura Giordani

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----------------------------------------------------A mi padre


-----------------------------------Va a haber que trabajar
-----------------------------------limpiar huesitos/ que no hagan
-----------------------------------negocio con la sombra desapareciendo/
-----------------------------------dejándose ir a la tierra puesta
-----------------------------------sobre los huesitos del corazón/
-----------------------------------compañeros denme valor.
---------------------------------------------Juan Gelman, 1979



¿Qué lecciones aprendes
en esas aulas:
física elemental,
electricidad,
conductividad del agua,
aceleración de las partículas
más oscuras del alma?

¿Qué aprende el hombre
sobre el hombre?
Aprendes con otros a desaparecer
con otros tan rotos, empapados,
aprenden de ese extraño poder
que los desintegra en el aire,
quizás aprenden a desligarse de su sombra.

A los que te buscamos
no nos alcanzará una vida
para aprender a perdonar.


* El campo de exterminio “La Ribera” en la ciudad de Córdoba, Argentina, era conocido en la jerga de los represores como “La Escuelita”; La Perla, el centro más grande y nefasto de la provincia, era “La Universidad”.